Dar gato por liebre
Si hay algo que ha mantenido la tradición con el paso del tiempo es la mala fama de las posadas y hosterías, respecto a la calidad de sus comidas. La literatura universal está llena de alusiones, muchas de ellas irónicas. Y era tanto el descrédito de estos lugares, que llegó a hacerse usual entre los comensales la práctica de un conjuro, previo a la degustación, en el que parados frente a la carne recién asada, recitaban: “Si eres cabrito, manténte frito; si eres gato, salta al plato” Este exorcismo nunca sirvió para demostrar la veracidad de la fama de la posada, pero dio origen a la expresión dar gato por liebre, que con el tiempo se incorporó al lenguaje popular como equivalente de engaño malicioso por el que se da alguna cosa de inferior calidad.
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